domingo, 31 de julio de 2011

Biodiésel a partir de la utilización de microalgas




El incremento de los precios de los aceites de primer uso para combustible (colza, soja y palma)y el cambio agrícola que ha supuesto destinar millones de hectáreas de cultivo a los mismos en decrimento de cultivos de cereal, fundamental para la alimentación de la sociedad (y que en el 2008 constituyó un grave problema de suministro en el tercer mundo)ha estimulado la investigación de nuevas materias primas, entre las que las microalgas se han revelado como una fuente potencial de bioaceites para producir biodiésel.

En este caso Acciona Biocombustibles comenzó el estudio de un proyecto de estas características con el objetivo de producir energía verde a un precio competitivo con los aceites de colza, soja o palma que usan actualmente.

Colaborando con el Departamento de Biotecnología de Microalgas de la universidad de Sevilla y el Departamento de Ingeniería de Fotobiorreactores de la Universidad de Almería.
De los estudios se desprende que las microalgas tienen una elevada productividad comparadas con los cultivos convencionales de oleaginosas.

Distribuido en tres grupos de trabajo, el plan se centra en aspectos tales como la selección de cepas y medios de cultivo, selección, diseño y modelización de foto-biorreactores, optimización de cultivos y rendimiento, análisis de sostenibilidad y análisis económicos, entre otros.


Su director considera de vital importancia "tener biomasa terrestre o marina donde el uso de nutrientes esté optimizado". Además, el director del proyecto Microalgas de Acciona quiso dejar claro que este proyecto tiene fines energéticos y que el objetivo es conseguir que la producción sea masiva.

Ventajas del proceso:

Algunos de los productos resultantes son: las proteínas que se pueden utilizar en piensos y otras aplicaciones, los lípidos pueden emplearse para producir biodiésel y los carbohidratos pueden ser transformados en bioetanol.
En segundo lugar la alta productividad.
En tercer lugar la reducción de emisiones de CO2 y la posibilidad de que crezca en diferentes tipos de agua.
Se pueden obtener ácidos grasos poliinsaturados (antioxidantes naturales), colorantes naturales o proteínas para la alimentación animal.
Y por último y como ya se comentó no compiten con las tierras de cultivo, ya que no requieren de suelos aptos.

martes, 5 de julio de 2011

Almacenando Viento


Hasta ahora el principal problema de la energía eléctrica se debe a la incapacidad de almacenarla como tal, dado que una bateria no hace más que transformarla en energía química y viceversa.

Así a la hora de utilizar un aerogenerador nos encontramos con el problema de que no se dispone de energía eólica de forma contínua. Actualmente en países como España el sistema de control del parque eólico está muy informatizado y es capaz de encender los mismos según nececesidad de demanda y estado del viento.


Aún así el problema de que no funciona sin viento parece que puede encontrar solución, ya que el tecnólogo aeroespacial Thin Red Line Aerospace instalará el próximo verano en mares escoceses el primer prototipo de un sistema de almacenamiento de aire comprimido dentro de una gran bolsa sumergible a 600 metros de profundidad. El proyecto viene liderado por la Universidad de Nottingham y cuenta con el apoyo de la eléctrica alemana E.ON.
Para ello durante la fase de funcionamiento del aerogenerador se bombea el aire obtenido hasta unos globos que se encuentran bajo el agua sometidos a presión.
Esta presión ha de ser suficiente para que en momentos de viento débil se deje escapar dicho aire que mueva las turbinas y siga así con la producción de electricidad.


Las bolsas de Thin Red Line Aerospace –denominadas Energy Bags y diseñadas por uno de sus ingenieros, Maxim Jong– se anclan a una profundidad de 600 metros, donde la presión marina es 60-70 veces mayor la terrestre (a una cota de cero m). De esta manera, aunque la bolsa en sí solo pesa unos 75 kilogramos, es capaz de desplazar 40 toneladas de agua. “A una profundidad de 600 metros, habrá suficiente presión para que una bolsa de 20 metros de diámetro almacene unas 70 MWh de energía”, según ha comentado la empresa a Ecogeek. “Eso equivale a unas 14 horas de generación de uno de los aerogeneradores más grandes actualmente en operación”, añade.


El diseño del Energy Bag se basa en una arquitectura hinchable espacial actualmente en proceso de investigación por la NASA. Uno de los aspectos de la innovación radica en la estructura del tejido de la bolsa. Además, los cables que amarran la bolsa utilizan un nuevo tejido patentado Vectran.

Thin Red Line