domingo, 29 de julio de 2012

Nuevos Transportes


La empresa australiana Skylifter ha llevado el desarrollo de los dirigibles un paso más allá y está proyectando un parato capaz de llevar cargas de gran volumen y peso.


Estos aparatos pueden despegar de los mismos lugares que los helicópteros, con la vertical de pick-up y la capacidad de entrega de más de tamaño, artículos frágiles o de gran volumen hasta 150.000 kg, y, caso por caso, potencialmente más. La actividad se centra en el uso de una grúa aérea para el transporte de grandes módulos independientes de alojamiento, pero estos aviones también se puede utilizar para el transporte de equipos, fletes y otras cargas que son actualmente imposibles de recoger y volar, y hacerlo de una manera ambientalmente sostenible.


Además en el futuro una variante SkyPalace está bajo consideración, por el lujo con air-cruising.
Más allá de esto, hay muchas aplicaciones potenciales.
La solución SkyLifter - una nave pilotada para la logística y el transporte-grúa

Características:

· 150.000 kg de carga útil, recogida vertical y entrega precisa
· cualquier forma, cualquier lugar, cualquier distancia
· más capacidad de operación que los helicópteros, pero sin el ruido del rotor o la corriente descendente
· mínima huella ambiental



Al tener una forma axilsimétrica se reduce la superficie lateral y la resistencia es igual por todos los lados, así pues con las cuatro turbinas de que dispone se controla y dota de empuje al aparato por igual. Una capa de Kevlar refuerza sus partes bajas.
Otra peculiaridad es que, su enorme superficie superior permite colocar paneles solares impresos, de última tecnología, con lo que se cree que la nave podrá autoabastecerse (2600 KVA), lo que podría darle una autonomía de vuelo prácticamente ilimitada.
De momento, Skylifter ya ha construido un prototipo de 20 metros de diámetro, y espera tener a punto el modelo definitivo en unos tres años. Para poder volar, los dirigibles necesitan helio, un gas escaso en la atmósfera porque se escapa en parte al espacio.
Tan escaso que algunos expertos han pedido que se suba su precio, para evitar que se agote en unas pocas décadas, por lo que se ha vuelto a construir “destilerías” para el Helio: En la Tierra, la ligereza de helio ha provocado su evaporación de la nube de gas y polvo a partir de la cual se formó el planeta, por lo que es relativamente poco frecuente —con una fracción de 0,00052 por volumen— en la atmósfera terrestre.
El Helio presente en la Tierra hoy en día ha sido creado en su mayor parte por la desintegración radiactiva natural de los elementos radioactivos pesados (especialmente del Torio y Uranio), debido a que las partículas alfa emitidas en dichos procesos constan de núcleos de helio-4. Este helio radiogénico es atrapado junto con el gas natural en concentraciones de hasta el 7% por volumen, del que se extrae comercialmente por un proceso de separación a baja temperatura llamado destilación fraccionada al vacío: Muchas sustancias no pueden purificarse por destilación a la presión ordinaria, por que se descomponen a temperaturas cercanas a su punto de ebullición normal, en otros casos la destilación requiere de inmensas inversiones o utilización de energía en gran cantidad, o finalmente poseen problemas de equilibrio liquido-vapor, en consecuencia se emplea el método de destilación al vacío o a presión reducida. Sabemos que un líquido empieza a hervir cuando su presión de vapor iguala a la presión atmosférica o de operación, por lo tanto si reducimos la presión de operación tendremos la ebullición a temperaturas bajas, esta no incluye a la destilación fraccionada.
Si las rutas de estos dirigibles se sincronizan con las corrientes de aire, llamadas a “chorro”, pueden competir razonablemente con el transporte marítimo y aeronáutico, pues las cargas pueden ser captadas por su grúa en el propio lugar de partida y ser llevadas directamente a su lugar de destino, sin transbordos y con mínimos gastos, sin duda. Una muy buena idea.
Mas información:


martes, 14 de febrero de 2012

Farolas Inteligentes

En España uno de los principales problemas energéticos es la mala optimización de la distribución y uso responsable de la misma, dentro de la cual encontramos exceso de potencia, su uso en zonas que no son tan necesarias, falta implantación de tecnología que genere un consumo menor, poco uso de la direccionalidad de la misma. 
Por eso cualquier paso en pos de mejorar esta situación es bienvenido, en Málaga se ha comenzado la instalación de farolas auto-suficientes, SmartCityMálaga, en las que se suprimen las típicas instalaciones con largos kilómetros de cable hasta una subestación (y evita así el robo de los mismos, tan común en estos días).
Pero no sólo es en tema de alumbrado, este nuevo concepto llevado a cabo por Endesa intenta crear un nuevo concepto de ciudad sostenible:
"Smartcity pretende conseguir una integración óptima de las fuentes renovables de energía en la red eléctrica, acercando la generación al consumo a través del establecimiento de nuevos modelos de gestión de la micro-generación eléctrica. Se gestionarán sistemas de almacenamiento energético en baterías para facilitar su consumo posterior en la climatización de edificios, el alumbrado público y el transporte eléctrico. Y se potenciará asimismo el uso de coches eléctricos, con la instalación de postes de recarga y la implantación de una flota de vehículos."
Para la iluminación se recurre al uso de farolas fotovoltáicas o eólicas.


El objetivo final del proyecto es demostrar cómo es posible conseguir, con el desarrollo de estas tecnologías, un ahorro energético del 20%, así como una reducción de emisiones de más de 6.000 toneladas de CO2 al año.
La filosofía aplicada al proyecto (de 30 millones de €) que viene explicada en esta presentación SmartCity, incluye una nueva visión de la gestión de las compañías eléctricas denominada Smart Grid que consiste en tratar la red eléctrica como una red flexible, altamente automatizada y totalmente integrada que incluye control centralizado, diagnóstico, reparación y tele-gestión de contadores.


Es de esperar que el uso e implantación de instalaciones cada vez más eficientes y una mejora en la distribución de la energía conlleve una reducción del gasto y de las emisiones.